9 de julio de 2014
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Revista Medicos - Medicina Global
Por el Dr. Jorge Gilardi,
Presidente de la Asociación de Médicos Municipales de la CABA
En este año que transita los primeros meses comenzó a demostrar como la Asociación de Médicos Municipales puso de manifiesto una de las banderas que levanta la institución: la defensa de la salud pública como quedó evidente el último 4 de febrero cuando tras una serie de reuniones se logró garantizar la continuidad del Servicio de Neurocirugía del Hospital Santa Lucía; así como también la estabilidad laboral de todos los médicos que se desempeñan en el mismo, más aún se exigió la pronta cobertura por concurso de los cargos faltantes; por eso reiteramos que no vamos a admitir decisiones que sean tomadas en forma unilateral e inconsulta en perjuicio del funcionamiento hospitalario.
Esto viene en sintonía con la presencia que tuvimos en los hospitales para luchar e impedir el cierre del Lagleyze; recuperar las instalaciones incendiadas del Álvarez; apoyar ante los hechos de violencia del Santojanni; para la recuperación edilicia del Rivadavia, Piñero, Muñiz, Udaondo, Tobar García y otros; para la actualización tecnológica de muchos hospitales; y para todos aquellos reclamos que nuestras filiales nos acercaron. Y no olvidaremos al Borda, paradigma de la lucha constante de aquellos colegas que saben bien que asistir la salud mental es asistir al paciente, y no pretender satisfacer al político de turno, muchas veces cegado en la defensa de una salud mental para la biblioteca o para el discurso facilista.
Pero esta es sólo una de las distintas líneas de acción y desarrollo de la AMM. En este año donde habrá elecciones para elegir las autoridades vale la pena trazar algunos de los múltiples puntos de acción de esta gestión.
Cabe destacar la importancia de los paros y las distintas medidas gremiales por la violencia hacia los médicos. Fuimos presionados por quienes declaraban que se trataba de cuestiones políticas, sin embargo, el tiempo demostró que aquella era una apreciación totalmente errada. Nuestro accionar fue fuerte y se instaló el tema en la sociedad y en los medios. Nosotros fuimos los protagonistas. Llevamos adelante todo tipo de acciones, y si bien la violencia no se ha detenido, logramos generar herramientas legales y administrativas para protegernos. Fuimos pioneros y hoy recibimos consultas de todo el país.
Otra de las cuestiones relevantes del período fue nuestra injerencia en las leyes que pretenden avasallar las incumbencias o la libertad en el accionar profesional. Las leyes de salud mental, de aborto no punible, de optometría, de muerte digna, son sólo ejemplos sobre los cuales nos manifestamos para reivindicar la posición del médico, porque en general se olvida que la medicina no tiene únicamente un eje central que es el paciente, sino también un conductor irreemplazable e imprescindible que es el médico.
La escasez de anestesiólogos fue otro conflicto serio. Por lo tanto firmamos un convenio con la Asociación de Anestesia y Reanimación de Buenos Aires y el Gobierno porteño con el fin de cubrir la carencia de recurso humano. Vemos hoy que en los hospitales públicos esa situación se rectifica con el esfuerzo y compromiso de todas las partes.
No podemos olvidar un hecho importantísimo e histórico: la firma del primer convenio colectivo de trabajo. Precisamente porque la AMM fue pionera en este logro, debemos incluirlo y destacarlo en este raconto. Entre otros puntos, hay un capítulo dedicado a las condiciones y medio ambiente de trabajo (CyMAT), tan importante para el desempeño diario de todos los profesionales de la salud. Dicho acuerdo sobresale como un hito que marca el compromiso y la responsabilidad de todos nosotros por mejorar las condiciones laborales.
En el marco de acciones institucionales, debemos destacar el crecimiento edilicio del polideportivo, un progreso que disfrutan todos los médicos municipales y sus familias.
A pesar de las muchas incertidumbres que rodean a la idea del futuro, podemos saber con certeza que las necesidades de los hospitales serán contenidas, porque nuestro compromiso no cambia con el correr de los años y nuestra tarea es, como lo ha sido siempre, la defensa gremial de los médicos. Miramos hacia adelante sin olvidar los cimientos que nos sostienen, sobre los que podemos y debemos construir. El compromiso de seguir avanzando y la responsabilidad frente a todo lo que debemos encarar es lo que nos caracteriza.
Es necesario, a esta altura, dedicar un párrafo aparte para las filiales, cara visible de la institución. A diario cada una de ellas es una presencia fundamental: saben lo que pasa, lo que se necesita y, sobre todo, saben enfrentar y resolver los problemas. En fin, esta idoneidad junto con la dedicación de quienes componen el grupo humano es lo que hace de las filiales una pieza clave del funcionamiento de la Asociación de Médicos Municipales.